lunes, 4 de noviembre de 2019

EL PRIMER COCHE MATRICULADO EN LA HISTORIA DE GARRUCHA. AÑO 1909. ¿QUIÉN ERA SU DUEÑO? ¿QUÉ MARCA ?


Cuando el calor es más sofocante, el más paciente de los choferes ha mostrado su agobio por no encontrar aparcamiento. Incluso el viandante que pasea por el malecón en épocas estivales, puede contemplar coches de multitud de marcas, motores, cilindradas, etc, en los que se pueden encontrar de alta gama, media y más antigua. Los amantes del motor dejan volar su imaginación cuando ocasionalmente se fascinan de ver vehículos lujosos tales como: algún porche, ferrari, corvette, etc; que suelen lucir la gente adinerada que nos visita en verano.
          Este artículo podría ser el argumento perfecto para ser una de las respuestas más interesantes en la partida de "trivial pursuite" del Archivo Histórico de Garrucha. Nuestra intención es argumentarles una comparativa histórica de un bien mueble de primera necesidad que todo el mundo puede disfrutar  hoy día, pero que, en los albores del siglo 19, fue un elemento pionero en la sociedad garruchera, y que tuvo el honor de ser el primer coche matriculado en la historia de la localidad.

            Imagínense las siguientes preguntas:

·         ¿Cuál fue el primer matriculado en la historia de Garrucha? 
·         ¿Quién fue el dueño y que relevancia social tenía en el municipio?
·         ¿En su época era una novedad de alta gama o era un coche sencillo de segunda mano?
·         ¿Cuál era su origen y nombre del fabricante?

        Todas esas respuestas se las vamos a desvelar, pero no sin antes situarnos en el contexto histórico en el que se produjo tal acontecimiento.
El año 1909 estuvo marcado por una serie de acontecimientos políticos que serían decisivos en los próximos años.
La Guerra de Melilla copaba los titulares de los periódicos más importantes en la España de entonces. En Barcelona las revueltas comenzaron a partir de una acción antimilitarista y pacifista para transformarse en una huelga general; convocada para impedir el embarque de los soldados hacía Marruecos desde la Ciudad Condal. Esa era la noticia más destacada en los periódicos más importantes del país aquel año. 
     Varios meses antes, en Garrucha, un asombroso acontecimiento se desvió hacia un hecho que dejaría a la población bastante sorprendida. La mañana vespertina de un día apacible en el mes de febrero, en el municipio nadie se hubiera imaginado la expectación que generaría la agradable sorpresa que se les aguardaba en el malecón.
       Nada hubiera sido relevante de mencionar si no hubiera sido por una circunstancia extraordinaria que pudiera cambiar la habitual rutina presencial de viandantes, arrieros y personas que trasportaban mercancías a lomos sus de bestias; como sucedía prácticamente a diario en la fuente, en las cercanías de la playa y aledaños del Pósito.
      Cuando el sol dejaba lucir con agrado, la gente se aprovechaba para gozar de apacibles momentos de compañía y discernimiento. Cierto día, el ambiente se tornó en un elemento sorpresivo y surgió un hecho novedoso que cambió la rutina y la quietud acostumbrada de aquellos días. El sosiego y la charla habitual, se convirtieron el escenario de una agradable expectación; cuando de repente apareció aquel flamante y magnifico coche.
“Piensen la impresión y la expectación que generaría ver en el malecón un coche de esa categoría, con el añadido de que el propietario, era precisamente un ilustre vecino del pueblo”
         Cuando el dueño hizo su entrada a bordo de aquel artefacto, se asombró la gente, y los chiquillos siguieron alborozados su trayectoria hasta detenerse justo en frente de la puerta del Pósito. Al ponerlo de nuevo en marcha el auto soltó unos sonoros "pitonazos" que causaron la atención del público, fijando las miradas, y posiblemente, manteniéndose a una distancia prudencial. 
          
  El automóvil era concretamente un Cottereau, turismo de 12 HP, matriculado a nombre de don Arturo Lengo Parra (AL-12) Don Arturo era originario de Málaga, y su presencia en Garrucha data de principios del siglo 19. Comercial y vinculado a la minería, compartiendo menesteres del sector con el señor Vicecónsul de Inglaterra D. Jorge Clifton Pecket. Este distinguido señor, estuvo durante años regentando la representación consular de Italia en el municipio.
            Entre las empresas automovilísticas francesas más antiguas, la Cottereau puede enorgullecerse de sus orígenes anteriores a 1900, ya que construyó su primer automóvil en 1898. Fue presentado con carrocería tonneau de 4 plazas y motor de 5 CV5, de 2 cilindros en V, e inició la serie de los Voiturine, denominados así para evitar roces con Léon Bollée que en aquellos tiempos reivindicaba la exclusiva del nombre Voiturette.
       La verdadera novedad este modelo fue el motor de 3 cilindros adoptado para equipar el 10/12 HP (85 x 105 mm). Este motor tuvo un éxito notable, ya que muchos constructores, sobre todo británicos, ensalzaban sus maravillosas cualidades.
     Nada más y nada menos que un Cottereau, el coche de moda a principios del siglo 1909.

Referencias del automóvil: Club de automóviles antiguos de Almería.


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